Inmersos en la denominada
Sociedad de la Información, nuestra forma de relacionarnos está cada vez más
ligada a las redes de ordenadores y en particular a Internet. La tecnología
basada en el uso de computadoras está transformando nuestra forma de acceder,
guardar y distribuir la información. Uno de los campos que ya ha sufrido un
cambio importante debido a la introducción de estas tecnologías en el comercio.
La realización de
transformaciones financieras a través de información electrónica sobre líneas
de telecomunicaciones es lo que se denomina comúnmente Comercio Electrónico. Un
punto clave para el éxito del comercio electrónico es el uso de sistemas de
pagos seguros y eficientes. La necesidad de seguridad en este tipo de
transacciones se ve incrementada si se tiene en cuenta que se estima que la
mayoría de dichos intercambio se realizará a través de Internet (ya sea
mediante el uso de ordenadores personales o teléfonos móviles).
Existen distinto sistemas
de pago electrónicos: cheques digitales, tarjetas de crédito, tarjetas de
débito, tarjetas de prepago, entre otros. Los servicios de seguridad requeridos
usualmente para este tipo de sistemas son privacidad (protección frente a
escuchas), autenticación (identificación de usuario e integridad del mensaje) y
no repudio (protección frente a negaciones de servicio prestado).
El sistema de pago electrónico
menos extendido, debido en gran medida a la dificultad de su implementación, es
la moneda electrónica o Electronic cash. Tal como su nombre indica, los
sistemas de moneda electrónica pretenden ofrecer un sistema de pago con las
mismas características que presenta la moneda tradicional o papel moneda.
La moneda electrónica
deberá ser: universal, es decir, deberá poderse utilizar en cualquier lugar y a
través de cualquier medio electrónico; segura, de difícil falsificación y
duplicación; anónima, deberá poder utilizarse sin que su propietario sea
identificado, de la misma forma que es posible efectuar el pago de servicios o
productos mediante la moneda corriente sin que los billetes utilizados puedan
por lo general identificar al comprador; autentificable; su validez deberá
poder ser comprobada sin necesidad de acudir a una entrada de verificación, de
la misma forma que la autenticidad de los billetes en curso puede ser
reconocida por lo general sin acudir al banco; transferible, ha de ser posible
intercambiar bits de monedero electrónico a otro, de la misma forma que es
posible hacerlo con los billetes; divisible, debe ser posible hacer cambios de
una valor a valores inferiores , lo mismo que un billete analógico de un
determinado valor es equivalente al conjunto de otros de valor más pequeño.
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